martes, 21 de julio de 2009

Jefe de campaña de Obama apostó por la web… y ganó

No era una celebridad del mundo de la cultura, pero el aplauso duró como si lo hubiese sido. En el centro del auditorio, David Plouffe, el coordinador de la campaña de Barack Obama, expuso por 50 minutos ante el público del Festival de Publicidad de Cannes las claves estratégicas de la campaña que llevó al poder a Barack Obama.

Si bien Obama superó todas las barreras, en teoría insalvables, con un mensaje fresco, atrevido y lleno de esperanza, probablemente nunca habría llegado tan lejos sin la ayuda de Plouffe, el hombre que supo encontrar la forma de transmitirlo y con una estrategia de medios nada convencional. Apostó por Internet sin reservas.

“Obama creía que era una tragedia que hubiese tanta gente desentendida y tan poco involucrada con la política”, afirmó Plouffe para introducir cuál fue el primer caldo de cultivo del ahora presidente. En lugar de centrarse en los votantes de siempre, Obama y Plouffe comenzaron trabajando con los jóvenes, los latinos y con otros segmentos indecisos o indiferentes. Los apáticos poco a poco fueron convirtiéndose en entusiastas, un hecho que se demuestra con datos: entre los que votaron por primera vez en 2008, Obama terminó quedándose con el 71% de los votos, mientras McCain sólo pudo llegar al 27%. La mitad de las personas de su red de apoyo nunca se habían involucrado en política, lo cual precisamente consiguió que su mensaje fuera mucho más creíble a la hora de hablar y convencer a sus amigos y conocidos.

La base de todo el trabajo fueron los voluntarios y el uso de la tecnología. "Tuvimos una campaña basada en el contacto uno a uno", dijo Plouffe, explicando que esta opción se relacionó con el hecho de que Obama tenía una historia íntimamente ligada a la organización de comisiones y el trabajo con las comunidades.

La labor de los voluntarios llevaron a un acercamiento de las ideas del candidato con un mayor número de personas, y son finalmente esas personas de la comunidad las que hablan la misma lengua de sus vecinos. "Ellos fueron nuestra arma para ganar a los votantes", dijo.
El resultado a ese nivel es bien conocido: la recaudación de fondos para la campaña comprometió a más de cuatro millones de personas y generó más de 500 millones de dólares.

Pero el voluntariado no encierra todo el éxito, lo hace también el uso de la tecnología. La campaña hizo uso de Internet, la Televisión (abierta y de cable) y el teléfono. “La tecnología estuvo en nuestro ADN porque permite darle el poder al público”, dijo en Cannes. No buscaba la sofisticación tecnológica, sino poder dirigirse personalmente a cada usuario y hacer que el mensaje se propagase como un virus. Muy pronto, eran los propios internautas los que reenviaban, opinaban o defendían su mensaje en los foros. Ningún candidato tuvo nunca una red tan grande para transmitir su mensaje, como señala Plouffe: “Todo esto no habría ocurrido si no llega a haber gente hablando con otra gente. No hay nada más valioso que un ser humano hablándole a otro. Esta es una historia sobre la gente”.

A través de Internet, además, se pudo prescindir de las grandes corporaciones y, por lo tanto, no hacer concesiones en su programa. Recaudó la increíble cifra de 580 millones de dólares y, lo que es más espectacular, más del 90% procedía de donantes particulares (cuatro millones de americanos) en lugar de lobbies y empresas. El método constituyó en sí mismo un mensaje: tenemos un proyecto centrado en la gente, no en las grandes empresas.

El impacto de la comunicación directa en la campaña de Obama es, sin duda, el grado de participación de las personas en el proceso. Pero, como destacó Plouffe, no se sustenta una campaña si el candidato no tiene contenido. No hay duda, en el caso de Obama.

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